A pesar de que las carmelitas del Corpus Christi disponían del remanente de agua del pilón de la puerta de los Mártires desde 1630 y de una mina del río desde 1671, padecían necesidad y falta de agua. Por tener que sacarla a fuerza corporal y por beber malas aguas, habían adquirido muchas enfermedades y achaques. Estos son los motivos que se exponen en la escritura, para que Martín de Iriarte, tesorero del Real Consejo de Hacienda de su majestad les patrocinase la construcción de una fuente, desde unas tierras situadas en

el alcor de Miraflores, en lo que ahora es el Campus Científico Tecnológico de la Universidad de Alcalá. Como el agua de los viajes tenía que correr de forma continua de noche y de día, se acordó también que el sobrante se dejaría correr por unos caños, a través de una de las tapias del convento que miran hacia el rio, formando así una fuente para abastecer al público, la conocida como de El Carmen, en lo que es la Puerta de Aguadores. Esta fuente estuvo funcionando, abastecida del viaje de agua, hasta al menos 1982.